VIDEO presentando la iniciativa y los ganadores.
En Ecuador, según una encuesta del Ministerio de Educación en el 2003, apenas el 23,8% de niños con discapacidad asiste a la escuela. Y aquellos que asisten, reciben frecuentemente una educación de segunda clase que no les permite aprovechar todo su potencial. El problema de un niño con discapacidad es aún más agudo cuando, además de la falta de educación, su entorno es de pobreza y estigmatización. Estas condiciones lo vuelven casi imposible para estos niños de acceder a tecnología existente y lograr un alto rendimiento académico, y resultan en que su propia comunidad limite su autoestima y sus expectativas. En uno de los vecindarios más pobres de Ecuador, Santo Domingo de los Tsáchilas, la ONG Jesuita Fe y Alegría tiene una escuela y un colegio donde se educan cerca de 200 niños con discapacidad (auditiva y visual principalmente). Al inicio del proyecto en 2011 ninguno de sus padres conocía su lengua de señas.
El objetivo de la intervención fue identificar la tecnología más adecuada para educar a niños con discapacidad y entrenar a los docentes en su aplicación, abordando el tema de la estigmatización de la comunidad hacia los niños, así como su baja autoestima y falta de expectativas. En este caso, dado el alto grado de exclusión de los niños con discapacidad, se decidió empezar el proceso con una fase de sensibilización y acercamiento con la comunidad y un enfoque en el protagonismo de los propios niños, sus padres y la comunidad en el proyecto.
Asumiendo que el problema para la educación de los niños con discapacidad era la falta de acceso a la tecnología, el trabajo con ellos reveló que en realidad los problemas más agudos eran la estigmatización social, la capacitación y la integración educativa. En consecuencia, la iniciativa se enfocó en erradicar ese paradigma de exclusión social primero, y una vez logrado ese cambio cultural, llevar la tecnología adecuada para mejorar el logro educativo. Con un equipo multidisciplinario que incluyó economistas, psicólogos, encuestadores, intérpretes, educadores, programadores, diseñadores, entre otros, se realizó un estudio exhaustivo en el que se consideraron datos socioeconómicos y educativos y también aspectos relacionados con el estado emocional y las expectativas de los niños, los docentes y las familias. Las soluciones a las carencias, identificadas por los niños y su comunidad, fueron capturadas en una estrategia de educación inclusiva que fue diseñada por los educadores del centro de Fe y Alegría en conjunto con expertos internacionales. En base a esta estrategia, la Universidad Politécnica Salesiana de Quito implementó un programa de entrenamiento para el personal docente en técnicas de comunicación y enseñanza para niños con discapacidad. Luego, a partir de las necesidades que los niños identificaron, expertos internacionales determinaron las tecnologías de punta que consideraron tener el mayor impacto en la mejora del logro educativo de los niños. Los dispositivos tecnológicos y equipos didácticos se adquirieron y hoy en día se puede afirmar que la realidad del centro y de la comunidad es otra. En el año 2016 se graduó de bachiller de secundaria la primera promoción de jóvenes con discapacidad auditiva, varios de los cuales continuarán con la universidad. Y esto es sólo el inicio. La evidencia sobre el impacto de esta iniciativa en la comunidad y las familias se puede leer en la publicación del BID Innovación social en la práctica. El caso del Proyecto de Fe y Alegría para la educación inclusiva de niños con discapacidades en Ecuador (2014). Puede descargar una copia en este enlace.
Hack Dash de Interfuente "Proyecto en Desarrollo".